Gaspar Mario Cruz (1929 - 2006)
Gaspar Mario Cruz, nacido el 6 de enero de 1929 en San Francisco de Macorís, República Dominicana, fue un destacado escultor que dejó una huella imborrable en el mundo del arte. Su vida y obra son testimonios de su profundo compromiso con la expresión artística y su contribución al enriquecimiento de la cultura dominicana.
San Francisco de Macorís, una ciudad en la región del Cibao, fue el lugar donde Gaspar Mario Cruz vio la luz por primera vez. Desde su juventud, mostró un interés innato por las artes plásticas, un talento que florecería a lo largo de su vida. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde adquirió las habilidades necesarias para convertirse en un maestro de la escultura.
Su talento no pasó desapercibido, y pronto comenzó a ganar reconocimiento en el ámbito artístico dominicano. Cruz recibió el prestigioso galardón en la Bienal Nacional de Artes Plásticas en dos ocasiones, en 1956 y 1958, en la ciudad de Santo Domingo. Estos premios no solo validaron su talento, sino que también destacaron su capacidad para transmitir emociones y narrativas a través de la escultura.
Una faceta igualmente importante de la vida de Gaspar Mario Cruz fue su dedicación a la enseñanza. Después de sus estudios, regresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes como docente, donde compartió sus conocimientos sobre el modelado y el tallado en madera. Su labor educativa influyó en generaciones de artistas dominicanos que encontraron en él a un mentor apasionado y talentoso.
Las obras de Cruz trascendieron las fronteras de la República Dominicana y se exhibieron en importantes galerías y eventos de arte en todo el mundo. Sus esculturas, creadas con maestría y precisión, capturan la esencia de la vida, la cultura y la historia de su país natal. Hoy en día, muchas de sus piezas se pueden admirar en la Galería de Arte Moderno de la República Dominicana, así como en valiosas colecciones públicas y privadas del país.
El legado de Gaspar Mario Cruz perdura como un testimonio de la riqueza del arte dominicano y su influencia en las generaciones futuras de artistas. Su capacidad para dar vida a la madera y transmitir la belleza y el significado a través de la escultura sigue siendo una fuente de inspiración para quienes exploran el mundo del arte en la República Dominicana y más allá. En el día de su fallecimiento, el 8 de septiembre de 2006, la República Dominicana perdió a un verdadero tesoro artístico, pero su obra perdurará para siempre como un homenaje a su talento y dedicación incansable al arte.