Salomé Ureña: La gloria del progreso
A la sociedad “La juventud”,
No basta a un pueblo libre
la corona ceñirse de valiente;
no importa, no, que cuente
orgulloso mil páginas de gloria,
ni que la lira del poeta vibre
sus hechos pregonando y su victoria,
cuando sus lauros se adormece
y al progreso no mira,
e, insensible a los bienes que le ofrece,
de sabio el nombre a merecer no aspira.
¡Oh, dichosas mil veces las naciones
cuyos nobles campeones,
deponiendo la espada vengadora
de la civil contienda asoladora,
anhelan de la paz en dulce calma
conquistar del saber la insigne palma!
Esa del genio inmarcesible gloria
es el laurel más santo,
es la sola victoria
que sin dolor registrará la historia
porque escrita no está con sangre y llanto.
¡oh juventud, que de la Patria mía
eres honor y orgullo y esperanza!
Ella entusiasta su esplendor te fía,
en pos de la gloria al porvenir te lanza.
Haz que de ese profundo
y letárgico sueño se levante,
y, entre el aplauso inteligente, al mundo
el gran hosanna del Progreso cante.