La dama dorada: El icónico Retrato de Adele Bloch-Bauer I de Gustav Klimt
El Retrato de Adele Bloch-Bauer I, también conocido como "La dama dorada", es una de las obras más emblemáticas y enigmáticas del célebre pintor austriaco Gustav Klimt. Pintado en 1907, este retrato combina el estilo característico de Klimt, enriquecido con ornamentación y pan de oro, con la fascinante historia de su sujeto y su posterior odisea.
Adele Bloch-Bauer fue la esposa de Ferdinand Bloch-Bauer, un acaudalado industrial austriaco y gran patrocinador de las artes. La pareja encargó a Klimt un retrato de Adele, quien era conocida por su belleza y sofisticación. Klimt, que en ese momento ya era un artista establecido y líder de la Secesión de Viena, aceptó el encargo y comenzó a trabajar en el retrato.
Klimt tardó tres años en completar el Retrato de Adele Bloch-Bauer I, y su meticuloso enfoque en el detalle y la ornamentación es evidente en la obra. La pintura representa a Adele sentada en un lujoso trono, envuelta en un manto dorado y rodeada de intrincados patrones decorativos que se fusionan con su figura.
El uso de pan de oro y el estilo simbolista de Klimt son característicos de su "Fase de Oro", un período en el que el artista experimentó con técnicas y materiales lujosos para crear una atmósfera de opulencia y decadencia. Este estilo se vio influenciado en parte por el arte bizantino y la estética del art nouveau, así como por la fascinación de Klimt con la mujer como sujeto.
A lo largo de los años, se ha especulado mucho sobre la relación entre Klimt y Adele Bloch-Bauer. Algunos creen que compartieron una relación amorosa, aunque no hay pruebas concluyentes que respalden esta teoría. Lo que sí es cierto es que Klimt pintó a Adele en dos ocasiones, y su retrato es uno de los pocos casos en los que el artista realizó múltiples obras de un mismo sujeto.
La historia del Retrato de Adele Bloch-Bauer I no termina con su creación. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis saquearon y robaron numerosas obras de arte, incluido este retrato. Después de la guerra, el gobierno austriaco se apropió del cuadro, alegando que Adele había legado la obra al estado en su testamento. Sin embargo, los herederos de la familia Bloch-Bauer lucharon por recuperar la pintura, y en 2006, después de un largo proceso legal, finalmente fue devuelta a la familia.
Una vez recuperado, el Retrato de Adele Bloch-Bauer I fue vendido en una subasta por la impresionante suma de 135 millones de dólares, convirtiéndose en ese momento en la pintura más cara jamás vendida. La adquirió el empresario y coleccionista de arte Ronald Lauder, quien la exhibe en la Neue Galerie de Nueva York, donde el público puede admirar la enigmática belleza de "La dama dorada".
El Retrato de Adele Bloch-Bauer I es mucho más que un simple retrato de una mujer acaudalada. La obra es un testimonio de la habilidad de Klimt para combinar la representación de la figura humana con un estilo decorativo y ornamentado. Además, el retrato es un símbolo del papel central que desempeñó la mujer en la obra de Klimt, tanto como musa como sujeto.
Más allá de su calidad artística, el Retrato de Adele Bloch-Bauer I también es un recordatorio de la turbulenta historia del siglo XX, marcada por la guerra, el saqueo y la lucha por la justicia. La odisea de la pintura y su eventual regreso a la familia Bloch-Bauer son un ejemplo conmovedor de la perseverancia y la búsqueda de justicia en medio de la adversidad.
A continuación se presenta la historia y la procedencia del Retrato de Adele Bloch-Bauer I, de Gustav Klimt:
- Creación (1903-1907): Klimt pintó el retrato de Adele Bloch-Bauer I entre 1903 y 1907, tras recibir el encargo de su esposo, Ferdinand Bloch-Bauer, un adinerado industrial austriaco y mecenas de las artes.
- Propiedad de la familia Bloch-Bauer (1907-1938): La pintura permaneció en la colección privada de la familia Bloch-Bauer hasta 1938, cuando fue incautada por los nazis durante la ocupación de Austria en la Segunda Guerra Mundial.
- Incautación por los nazis (1938-1945): Los nazis robaron el retrato junto con otras obras de arte de la familia Bloch-Bauer y lo exhibieron en el Museo de Historia del Arte de Viena.
- Posesión del gobierno austriaco (1945-2006): Tras la guerra, el gobierno austriaco se apropió del retrato, alegando que Adele Bloch-Bauer había legado la pintura al estado en su testamento. La obra fue expuesta en la Galería Belvedere de Viena.
- Reclamación de la familia Bloch-Bauer (1998-2006): Maria Altmann, sobrina de Adele Bloch-Bauer, y otros herederos de la familia iniciaron un proceso legal para recuperar el retrato y otras obras de arte robadas por los nazis. En 2006, tras una larga batalla legal, el gobierno austriaco devolvió la pintura a la familia.
- Venta en subasta (2006): La familia Bloch-Bauer vendió el Retrato de Adele Bloch-Bauer I en una subasta por la cifra récord de 135 millones de dólares, convirtiéndose en ese momento en la pintura más cara jamás vendida.
- Adquisición por Ronald Lauder (2006): El empresario y coleccionista de arte Ronald Lauder adquirió el retrato y lo exhibió en la Neue Galerie de Nueva York, donde actualmente se encuentra en exposición permanente.