Onofre Jarpa Labra: paisajista chileno de estilo romántico
Onofre Jarpa Labra, nacido el 12 de junio de 1849 en Alhué, Chile, y fallecido el 15 de febrero de 1940, fue un distinguido pintor y ensayista chileno, conocido por su arte paisajístico en el estilo romántico.
La trayectoria educativa de Jarpa comenzó en el Instituto Nacional, una institución de élite responsable de la educación de muchos presidentes chilenos. Su interés por las artes lo llevó a la Academia de Pintura (también conocida como Academia de Bellas Artes de Santiago) en Santiago de Chile. Inicialmente, la academia estuvo bajo la dirección del convencional pintor italiano, Alejandro Ciccarelli, hasta su renuncia en 1869. Posteriormente, el artista alemán Ernst Kirchbach tomó el mando, introduciendo enseñanzas progresistas que se alineaban mejor con las sensibilidades artísticas de Jarpa.
En 1875, el talento de Jarpa fue reconocido internacionalmente cuando obtuvo el segundo lugar en una exposición celebrada en Santiago. Su floreciente carrera lo llevó a Europa con una beca de estudios financiada por el gobierno seis años después, lo que le permitió explorar España, Roma y París. Mientras estaba en España, tuvo la oportunidad de colaborar con Francisco Pradilla, cuya maestría impactó significativamente el estilo de Jarpa. Sin embargo, fue en Venecia donde Jarpa experimentó su período más transformador. Allí, desarrolló un estilo más naturalista y comenzó a enfocarse en la pintura de bodegones. Además, cultivó una pasión por la pintura al aire libre. Después de Europa, su viaje lo llevó a Tierra Santa, donde capturó escenas del Río Jordán y el Monte Carmelo en su lienzo.
A su regreso a Chile, Jarpa se trasladó al ámbito académico, siendo mentor de futuros talentos como José Tomás Errázuriz, Alberto Valenzuela Llanos y el caricaturista Jorge Délano Frederick. A pesar de la creciente popularidad del impresionismo francés, encabezado por su antiguo compañero, Juan Francisco González, Jarpa mantuvo su originalidad. Sin embargo, mantenía una relación amistosa con el Grupo Montparnasse y la Generación del 13.
Jarpa, un individuo profundamente piadoso y reservado, pintó hasta sus últimos días, creando no solo paisajes y bodegones sino también numerosos retratos de personalidades destacadas. Hoy, la mayoría de su legado artístico se encuentra en colecciones privadas.